Las altas temperaturas de este otoño evitan que las
hembras entren en celo y se apareen
J. J.
MADUEÑO / CARDEÑA / MONTORO
La Guardia Civil ha detenido a una persona como supuesta autora de
un delito de tenencia ilícita de armas y ha denunciado a otras cinco por cazar
furtivamente en época de veda y abatir piezas de caza mayor. La Benemérita
recibió un aviso el pasado día 12 relativo a que se estaba celebrando en el
paraje Las Navas, en el término de Villaviciosa, una cacería que al parecer no
estaba autorizada. Al llegar sorprendió a los acusados y tras una inspección en
la zona localizó a un espécimen cervuno abatido, en el lecho de un arroyo,
frente a la línea de tiro donde habían sido sorprendidos los cazadores, con
signos evidentes de haber muerto recientemente.
El cambio en el ciclo climático, o más bien la inmutabilidad de la
temperatura, que la sierra de Cardeña y Montoro ha sufrido en el principio de
este otoño ha hecho que los animales bajen su rendimiento y que el espectáculo
natural que propone la berrea en el parque natural haya disminuido
considerable. «Durante la época de berrea los años buenos se suelen escuchar
entre ocho y diez berridos por minutos, este año esa cifra ha decaído a dos o
tres. Esto se ha notado en las actividades que hemos realizado. Sólo hemos
salido dos veces a hacer rutas para ver la berrea de los venados», explicó el
técnico de Hyla Educación Ambiental, una de las empresas que explotan los
recursos naturales del parque con fines turísticos, David Serrano.
La mala berrea de este año acarreará problemas económicos para el
sector turísticio y cinegético. graves. «A corto plazo ha tenido consecuencias,
ya que no se han podido hacer rutas para ver a los animales. El problema es que
no ha habido un momento culmen donde la mayoría de las hembras y de los machos
están en apareamiento, lo que ha ido habiendo ha sido un chorreo», matizó
Serrano. «Pero estamos preparados porque estas cosa pasan y a la vez contentos
porque, pese al mal año, hemos podido salir a disfrutar del espectáculo»,
recalcó.
Por otro lado están las consecuencias a largo plazo. Al no ser buena
la berrea de este año habrá menos crías. Dentro de tres o cuatro años, cuando
se saquen los censos para determinar el número de piezas que se pueden matar en
las monterías, «la densidad de animales será menor y el número de animales que
se puedan cazar se va a reducir notablemente con todo lo que eso supone para
los propietarios que organizan las monterías», abundó el técnico medio
ambiental.
Consecuencias económicas Las rutas turísticas para ver este espectáculo
apenas se han realizado y si el tiempo no cambia peligra la viabilidad de las
cacerías
Para que se hubiera producido una buena berrea las temperaturas
tendrían que haber bajado. «Los animales notan los cambios de presión y las
hembras calculan para quedarse preñadas a tiempo para parir en primavera, que
es cuando más recursos hay para alimentar a la cría. Al no haber esos cambios
las hembras no han entrado bien en celo y los machos no ha iniciado la berrea.
Todos los años tenemos sobre 25 o 30 días de berrea y este año no hemos pasado
de las dos semanas», aseguró Serrano.
En un otoño normal, sin las altas temperaturas que se están
registrando, «en cinco días todas las hembras están en celo y los macho Alpha comienzan
los cortejos, berridos y defensas del territorio», añadió el técnico de Hyla
Educación Ambiental, quien afirmó que el espectáculo natural de la berrea no se
desarrolla en el mismo espacio temporal. Así,mientras que «en Cardeña ya ha
acabado en Andújar aún sigue activa».
Además, las hembras de venado si prevén que la primavera va a ser
mala y que las crías «no van a tener alimento suficiente para desarrollarse se
provocan un aborto natural, mediante una absorción del feto», explicó Serrano,
quien mostró su preocupación porque la unión de estos dos factores pueda
perjudicar de forma importante el censo de ciervos y venados en la sierra de
Cardeña, y por consiguiente se perjudique a toda la economía que hay
desarrollada en torno al parque natural.
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